Un día con los Herederos de una venganza

por kristy Miér Jul 06, 2011 8:11 pm

Los Herederos en Semanario de esta semana...

Un día con los Herederos de una venganza
Les contamos lo que no se ve de la exitosa tira protagonizada por Luciano Castro y Romina Gaetani.

Con una historia fantástica, amores desencontrados y mucho misterio, “Herederos de una venganza” consiguió atrapar millones de espectadores. El culebrón que protagonizan Luciano Castro y Romina Gaetani (de martes a viernes a las 21.50 por la pantalla de El Trece), alcanza picos de 26 puntos de rating. ¿Qué hay detrás de eso? Les contamos los entretelones de la novela más vista de El Trece. El día empieza muy temprano para los protagonistas de la tira. A la mayoría de ellos les suena el despertador 6.30 en punto,y tras una ducha rápida y un fugaz desayuno emprenden viaje a Don Torcuato, donde se encuentran los estudios que dan forma a Vidisterra, el pueblo vinícola donde se desarrolla el culebrón. Alrededor de las 8 y con cara de pocos amigos comienzan a llegar los actores. Sergio Surraco es uno de los que pide por favor que no se le hable. “Ahora que dejé de fumar estoy más malhumorado. Pero me maquillo, me tomo un café y ya estoy”, se excusa quien se luce como Cosme.
Romina y Luciano son los que marcan el paso. Relajados, entre chiste y chiste con los técnicos, repasan la letra. “Antes de grabar Luciano hace comentarios por lo bajo, que te tentás y no podés parar de reírte, le sale esa cosa de barrio que es muy divertida”, revela la actriz. A media mañana, irrumpimos en la casa de Rafael (Federico Amador) y Emilia (Marcela Kloosterboer). “¿Qué pasó? ¡Estábamos en familia!”, se queja Marcela ante la repentina seriedad del equipo provocada por la presencia de personas extrañas al set. Minutos después, se aflojan y todo vuelve a la normalidad. La ex “Valientes” y el ex galán de “Niní” repasan el guión y discuten la escena con el director y algunos técnicos. Ensayan y graban de taquito, habituados ya al ágil ritmo de grabación. Entre escena y escena, Marcela canta y ríe con Anita Gutiérrez (que interpreta a Estrella) y que no para de bailar tap. Amador, la persona menos alterada del elenco, mira la escena sentado en un costado. Mientras tanto, en el decorado de al lado, Marco Antonio Caponi y Gimena Acardi se preparan para grabar.
Rodolfo Ranni, Leonor Benedetto, Betiana Blum y Antonio Grimau son los más generosos y los que brindan consejos. Los baches para los protagonistas de “Herederos...” significan distintas cosas: para Caponi y Colombo el momento de molestar a sus compañeras. “El otro día Felipe agarró un vaporizador y hacía que estornudaba”, cuentan. En cambio, Amador y Surraco, los materos del grupo, prefieren la tranquilidad del camarín. “Intentamos que el mate siempre esté lleno”, revela Sergio, que además, al igual que Victorio D’Alessandro, Florencia Torrente y el guionista de la ficción, Leo Calderone, usan esos ratos libres para twittear. Por su parte, los técnicos de la Unidad 2 (exteriores) se compraron una red y arman campeonatos de voley.
Los actores con menos trayectoria en tele, como Guillermo Arengo, que interpreta a Pedro, Virginia Kaufmann, que hace de Frida y Anita Guitierrez dicen, comparten la misma obsesión: están pendientes de las escena y se llaman para intercambiar opiniones. Quien interpreta al amigo de Antonio (papel de Castro) tiene todos sus textos pintados en su notebook y quien da vida a la enfermera del pueblo se estudia punto y coma de cada libreto. En el otro extremo, Felipe Colombo improvisa. Aunque cuando se cruza “personajes que vienen del teatro” lo obligan a pasar letra. A las 13.30 llega la hora del almuerzo y actores, productores y técnicos se sientan a comer juntos. ¿De qué hablan? El tema recurrente entre las mujeres es la comida “porque Marcela siempre trae cosas raras como hamburguesas de lentejas” y, entre los muchachos, el fútbol. También, charlan de teatro y sobre la novela. El rating no es tema de conversación, así como tampoco los rumores que tienen que ver con la vida privada. “La batahola que se genera alrededor de la tele para nosotros no existe acá dentro”, confiesan antes de volver a meterse en sus personajes. En resumen, el secreto del éxito reside en que todo funcione como una gran familia.

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